Hambre y saciedad
Hambre y apetito no son palabras sinónimas, aunque coloquialmente las usemos como si lo fueran. Ambas tienen que ver con la alimentación y el impulso de comer, pero son muy diferentes.
En general, en nuestra sociedad se come demasiado: estamos rodeados de estímulos y atractivos de muy fácil acceso, como la comida rápida o la bollería industrial. En un entorno lleno de «tentaciones», prisas y alimentos llamativos de baja calidad, es común adquirir malas costumbres. Así que parte de nuestra salud va a depender del control que tengamos sobre el apetito.
Es fundamental ser conscientes de nuestras sensaciones. A menudo comemos por comer, sin siquiera obtener placer con ello. Por ejemplo, cuando picamos mientras vemos la tele o leemos el periódico. Lo ideal es parar un segundo y concentrarnos en la sensación de saciedad.
Vamos a ver cuáles son las sustancias que intervienen en el proceso de hambre y saciedad, las claras diferencias entre apetito y hambre, cómo hacer un registro de la saciedad, pasando por nutrientes, sabores y factores sociales de la comida.
Esperamos que te sea muy útil con tus pacientes.
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