Cómo mejorar la fertilidad
La fertilidad es la capacidad que se tiene para concebir un hijo. Esto se produce cuando el óvulo se fusiona con un espermatozoide mientras se encuentra en una de las trompas de Falopio.
En la mayoría de los casos la fertilidad se da en casi todos los hombres y mujeres, pero existen casos en los que estos son infértiles, es decir, no pueden tener hijos siguiendo los métodos tradicionales. Existen, aun así, formas de concebir alternativas.
La fertilidad de las mujeres tiene una estrecha relación con su edad: desde los 40 años, el porcentaje de infertilidad alcanza el 50%, la cual finalmente concluye con la menopausia. Los hombres por su parte cuentan con un índice mayor de fertilidad, aunque la edad también afecta a su probabilidad fértil.
¿Cómo se determina la fertilidad?
Dependiendo de si se trata de un hombre o de una mujer, se llevan a cabo cierto tipo de exámenes o pruebas para determinar la calidad y capacidad de sus órganos sexuales.
Para las mujeres, se lleva a cabo una historia clínica donde se estudia todo tipo de factores como sus antecedentes médicos, su ciclo menstrual o el consumo de tabaco, alcohol o drogas. Se llevan a cabo también estudios hormonales (la hormona folículo estimulante, estradiol y luteinizante), exámenes en el útero para comprobar la presencia de miomas, endometriosis, obstrucciones en las trompas de Falopio; o un examen ecográfico.
Para los hombres, se estudia la calidad de sus espermatozoides, mediante un espermatograma (mida la cantidad y movimiento de los espermatozoides) o un estudio de los conductos de los testículos que conducen los espermatozoides.
Se distingue entre dos tipos de infertilidad: la fertilidad primaria es la que implica a mujeres que han sido incapaces de concebir un bebé. La fertilidad secundaria es, por otra parte, la que aparece en aquellas mujeres que ya han tenido un bebé anteriormente, pero que por diversas circunstancias no lo consigue concebir de nuevo.
Existen numerosos motivos por los que una mujer puede ser infértil. La principal suele estar relacionada con los óvulos, ya sea porque no se producen de forma correcta o que presentan problemas a la hora de fecundar como no adherirse a las paredes uterinas, no sobrevivir si se adhiere o por problemas de movilidad.
Todo esto puede estar provocado por diversos factores: trastornos autoimmunitarios, defectos congénitos, cáncer, diabetes, ejercicio excesivo, obesidad, edad avanzada, o el consumo de ciertos medicamentos, tabaco o alcohol.
La infertilidad masculina por su parte viene determinada por problemas en los espermatozoides, que se pueden deber también a diversas causas tales como defectos congénitos, tratamientos contra el cáncer, desequilibrio hormonal, impotencia, obesidad, edad avanzada, o el consumo de tabaco, alcohol y drogas.
Las enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea o la clamidia también pueden ser causas de infertilidad.
En la herramienta, encontrarás consejos específicos según el sexo. En el Curso Experto en Femenino, abordaremos estos temas en profundidad.
Si tienes cualquier duda con el uso de esta herramienta, te espero en la red social para comentarla contigo y con las demás compañeras.
Y, por supuesto, si te gustaría aportar o proponer alguna de tus inquietudes específicas con este tipo de paciente y cliente, no dudes en hacerlo.
Contacta con soporte para cualquier problema técnico.